Es muy peligroso vivir y decidir creyendo algo que no sólo no se puede demostrar y sobre lo que no se sabe, sino que precisamente porque no se puede demostrar tiene que ser creído siendo visto eso mismo una virtud.
Es muy peligroso vivir y decidir creyendo algo que no sólo no se puede demostrar y sobre lo que no se sabe, sino que precisamente porque no se puede demostrar tiene que ser creído siendo visto eso mismo una virtud.