Hacía tiempo que no ejercitaba la muy sana costumbre de quejarme y la señora Viviane Reding me ha tocado la fibra sensible de manera que siento mi escasa inteligencia insultada, y algo tan escaso ha de ser defendido. Con las palabras.
Dice, o viene a decir, que descargar sin pagar es un crimen. No, no lo es. Yo descargo de Jamendo sin pagar y no soy un criminal. Repita conmigo «descargar sin pagar no tiene porqué ser un crimen». De hecho, para su grave aseveración, se basa en ciertas leyes de hace unos dos siglos, leyes de copyright que ya en su día estaban en cuestión. Una norma mal hecha que diga que algo es ilegal, puede que haga que algo sea ilegal, pero no hace que la norma esté bien o sea correcta. El problema, mi amable señora, es la norma y los lobbys por los que se deja influir en contra de aquellos que pagan su sueldo, los ciudadanos a los que llama piratas.
No somos piratas señora Reding. Repita conmigo, verá qué facil es; «los ciudadanos no son piratas». Los piratas, los ladrones son los que pretenden ampliar los años de «protección» de derechos de autor, limitar y aniquilar el dominio público (eso es robo en mi lengua simple y llana), y criminalizar a los ciudadanos por recuperar lo que por derecho les pertenece.
¿Realmente puede un análisis científico certificar que «todos los derechos reservados» es posible? No. No se puede. Y es lo que tiene la realidad, que invalida sus argumentos.
No se crea, no se construye de la nada señora. Lo que se hace se debe a otros y sí, su mentira no se sostiene por más tiempo.
Y una cuestión para mis amables lectores:
Imaginad que unos empleados vuestros hacen unas normas mal y como no las cumplís os llaman ladrones. ¿Quién tiene que cambiar, los empleados o vostros? ¿Respuestas?
Yo lo tengo claro.
No se puede estar más de acuerdo ni decirlo más claro…chapeau