Pues nada, que nuestra querida hija Noa nos dejó ojopláticos ayer:
Ya sabéis cómo son los críos que basta que vean que otro tiene algo para que lo quieran. Noa con respecto a su hermano David no es una excepción. Cosa que coje o tiene él, cosa que ella quiere. Así que ayer mientras cenábamos y ella quería algo que tenía él, no recuerdo qué le pregunto a Noa muy serio:
– ¿Qué, quieres invocar a Cthulu?
– Sí – responde. Y empieza a decir:
– Para tulo, para tulo … – (todavía no ha cumplido los tres, así que vamos, lo que parecía que decía…). Y le digo:
– ¿Qué dices «para Cthulu» o «para culo»?- A lo que responde:
– Para Tulu – dejando claro que no era culo lo que estaba diciendo. Era «Tulu».
Nosotros ya por esos momentos muertos de la risa y le pregunto:
– ¿Quién te ha enseñado eso de Cthulu? – Porque nosotros seguro que no hemos sido. Y va y nos dice:
– La andereño – la profe o señorita en euskera.
En fin, mueeeertos de la risa y no con cierta duda… ¿les estarán eseñando los caminos hacia la locura y el caos en las ikastolas?
En fin… genial.