La Desobediencia Civil por Thoreau parte 2 de 8

¿Cómo llega a ser un hombre al actuar correctamente frente a este gobierno norteamericano de hoy? Respondo que no puede asociarse a él sin humillarse. No puedo aceptar ni por un instante a esa organización política como mi gobierno que es también el gobierno del esclavo.

Todos los hombres aceptan el derecho a la revolución, o sea, el derecho a negar lealtad y a resistir al gobierno cuando su tiranía o su ineficacia son grandes e intolerables.Pero casi todos dicen que éste aún no es el caso. Sin embargo, opinan que tal fue el caso en la revolución del 75. 1775: Inicio de la guerra de Independencia de los Estados Unidos de América. (NdE) Si alguien me dijera que aquel fue un mal gobierno porque impuso tributos a ciertos artículos extranjeros traídos a sus puertos, es muy probable que no hubiera hecho bulla sobre el particular ya que puedo prescindir de ellos. Todas las máquinas generan sus propios conflictos y posiblemente ésta haga suficiente bien para contrabalancear el mal. De todos modos es un gran mal hacer bullicio por eso. Pero cuando el conflicto llega a tener su propia máquina y que la opresión y el robo están organizados, sostengo que ya no debemos tener una máquina así. En otras palabras, cuando una sexta parte de la población de una nación que se ha propuesto ser el refugio de la libertad, es esclava, y cuando todo un país es invadido injustamente y conquistado por un ejército extranjero y sometido a ley marcial, creo que no es prematuro que los hombres honestos se rebelen y hagan la revolución. Lo que hace más imperioso este deber es el hecho de que el país invadido no es el nuestro, sino que nuestro es el ejército invasor.

Paley William (1743-1805). Teólogo y filósofo inglés. (NdE) reconocida autoridad en cuestiones morales, en su capítulo sobre el deber de sumisión al gobierno civil, reduce toda obligación civil a un mero recurso; y prosigue para decir que mientras el interés de la sociedad en conjunto la requiera, esto es, mientras al gobierno establecido no se le pueda resistir ni modificar sin contrariedad pública, es voluntad de dios… que se obedezca al gobierno establecido, y nada más. Admitiendo este principio, la justicia de cada caso particular de resistencia queda reducida a la computación de la cantidad de peligro y agravio por una parte, y de la probabilidad y costo de compensación por la otra. Acerca de esto, dice, cada hombre debe juzgar por sí mismo. Pero Paley no parece haber contemplado nunca aquellos casos a los cuales la regla del recurso no se aplica, en donde tanto un pueblo como un individuo deben hacer justicia a cualquier precio. Si le he arrebatado injustamente su tabla a un náufrago, debo devolvérsela aunque me ahogue. Esto, según Paley, sería inconveniente. Pero quien salve su vida en un caso así, se perderá moralmente. El pueblo tiene que cesar de tener esclavos y de hacer la guerra a México, aunque le cueste su existencia como pueblo.

En su práctica las naciones concuerdan con Paley, pero ¿quién cree que Massachusetts hace exactamente lo correcto en la crisis actual?

Una prostituta de lujo, una mujerzuela vestida de plata, A drab of state, a cloth-o’-silver slut,
con la cola del vestido levantada, To have her train borne up,
y el alma arrastrando en la inmundicia. and her soul trail in the dirt.

Hablando de manera práctica, los opositores a una reforma en Massachusetts no son un centenar de miles de políticos en el sur , sino un centenar de miles de comerciantes y agricultores de aquí, que tienen más interés en el comercio y en la agricultura que en la humanidad y no están dispuestos a hacer justicia al esclavo y a México cueste lo que cueste. No lucho contra enemigos distantes sino contra aquellos que cerca de nosotros colaboran y se solidarizan con los que están lejos, y sin los cuales los últimos serían inofensivos. Acostumbramos decir que las masas de hombres no están preparadas; en realidad, el mejoramiento es lento, porque los pocos no son materialmente más sabios o mejores que los muchos. No es tan importante que los muchos sean tan buenos como usted, como que haya alguna bondad absoluta en alguna parte, ya que esto hará fermentar todo el amasijo. Hay millares que en opinión se oponen a la esclavitud y a la guerra, pero que, sin embargo, no hacen nada para poner fin a ambas; que, considerándose hijos de Washington y de Franklin, se sientan con las manos en los bolsillos y dicen que no saben que hacer, y no hacen nada; quienes hasta relegan la cuestión de la libertad a la cuestión del comercio libre, y leen tranquilamente las fluctuaciones de precios junto con las últimas noticias de México, después de cenar, y que a veces se quedan dormidos sobre ambas. ¿ Cuál es hoy la fluctuación de precios de un hombre honesto y un patriota? Vacilan y lo deploran, a veces suplican, pero no hacen nada serio ni eficaz. Esperarán, dispuestos, a que otros remedien el mal, a que ya no tengan que deplorarlo. A lo sumo sólo otorgan un voto baladí y un débil apoyo así como un deseo de buena suerte a lo correcto y ya. Hay novecientos noventa y nueve patrones de virtud por cada hombre virtuoso. Pero es más fácil entenderse con el verdadero poseedor de una cosa que con el custodio temporal de la misma.

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