Cuando tantos ciudadanos de toda clase de ideologías, condición o profesión se manifiestan contra las leyes promulgadas por una ministra de cultura hasta el extremo de que vaya a donde vaya sea abucheada, algo va muy mal con el copyright.

Lo cierto es que las cosas han cambiado y al tiempo que parte de los intermediarios de la industria del entretenimiento está dictando la legislación sobre copyright (y economía sostenible) a unos gobernantes que hace tiempo que parece han olvidado que se deben al pueblo que les ha elegido, son cada vez más los ciudadanos que se rebelan y se oponen a esto.

La gente está empezando a organizarse y a comprender que la razón tiene una fuerza que no puede ser doblegada con maniobras, manipulaciones y mentiras políticas y que gracias a la información compartida, Internet, la pasión y la convicción se es invencible a largo plazo.
Por todo ello creo que cada vez les va a costar más aprobar leyes que van contra incluso de los más básicos derechos humanos, la tutela judicial efectiva y la separación de poderes. No obstante cada vez les va a costar más engañar a la gente en general apelando a la ignorancia de ésta.

Sin duda ganarán muchas batallas, pero no ganarán una guerra cuyo final no lo veremos con toda probabilidad en nuestras vidas. Cientos de personas jóvenes, mayores, hombres, mujeres, creadores, abogados, activistas y un largo etcétera, así lo atestiguan al manifestarse con convicción y no bajo pago, contra medidas que aunque sólo sea porque nos han mostrado que hay mucha gente que piensa igual y se puede organizar, tienen su parte positiva.
Han llenado tanto el saco del copyright que ya ha empezado a romperse por las abultadas costuras.
Fotografías hechas en San Sebastián el 6 de Junio de 2011 con licencia CC by-sa