La reciente condena de un juzgado federal estadounidense a TorrentSpy que obliga al popular sitio de enlaces torrents a facilitar datos privados de particulares a la inefable MPAA es uno de los más importantes atentados de terrorismo cultural de los últimos tiempos.
El terrorismo cultural, al igual que el terrorismo de bandas armadas es la respuesta de aquellos grupos que ante su miserable condición moral, explotan el miedo y el terror de las personas para lograr metas afines a sus intereses, ya sean políticos o comerciales debido a su incapacidad real de convencer a nadie de tener la razón.
A continuación y a propósito de todo esto os dejo unas reflexiones que he escrito en una lista de correo:
1.- Es una maniobra de marketing puro y duro para mediante el miedo lograr objetivos comerciales. Es como terrorismo cultural, un término que habrá que empezar a usar más a menudo. Lo que se persigue es que la gente que no entiende eso de encriptación deje de compartir por temor a ser denunciados.
2.- Es una violación del derecho universal a la privacidad. Poner en mano de las entidades que más aborrecen Internet estos datos sólo debería tener una respuesta clara y contundente de la sociedad: desobediencia civil.
Ahora bien
La desobediencia civil no se está impulsando, y debería hacerse.
Esto no es un problema de los EE.UU. pues como bien apunta Carlosues, la Red es global, una amenaza en cualquier país nos afecta directamente. Esto pasa con MPAA, RIAA, SGaE, el Gobierno Chino, el Cubano, el Iraní, etc.
Está en nuestras manos detener esta infamia. Después será demasiado tarde.
