Preparando nuevas guerras

En épocas de crisis, por desgracia, se preparan nuevas guerras. A veces la propia crisis es la escusa perfecta para desencadenar nuevas guerras. Va a ocurrir en el Congo y probablemente con Irán. En oriente próximo las cosas están lejos (eternamente lejos) de solucionarse y tras la especulación de varios cientos de expertos financieros, el mundo se dirije al «festival de la luces» con los ánimos mermados. Y no es para menos. El bombardeo de malas noticias destinados a predisponernos a la aceptación de medidas drásticas de todo tipo, son indicativos de la gran mentira que se está gestando.

El presidente Sarkozy hace un dudoso «favor» a Zapatero mientras que en su país impone medidas contra su ciudadanía por el hecho de descargar contenidos con copyright. Berlusconi, asustado de que la cultura pueda llegar a cambiar el sentido del voto en su país, decide acabar con las universidades.

En EE.UU. ha ganado Obama pero ¿podrá arreglar el desastre de la anterior administración Bush? Lo creo improbable. Los lobbies están demasiado acostumbrados a hacer y deshacer. Los auténticos poderes detrás de los políticos siguen con su manejo siniestro de los destinos del mundo.

En pleno siglo XXI la gente todavía cree en toda clase de supersitiones alimentadas por instituciones tan rancias como el Vaticano, o formas radicales de destruir la identidad humana como los fanáticos del Islam.

Estamos ante un panorama sencillamente desolador en el que parece que poco o nada podemos hacer. Los pequeños avances que realizamos se ven todavía más reducidos al auto clasificarnos en alguna extraña categoría como anti-algo.

Si seguimos pensando que somos ateos, anti-fascistas, copyfighters o pertenecientes a cualquier otra tribu es que no hemos aprendido lo más esencial. En este mundo hecho de injusticias, luchar contra éstas alienándonos es intentar usar el fuego para apagar el fuego.

Lo diré de nuevo. No podemos usar por más tiempo los mismos métodos de aquellos que quieren someter los humanos a su despotismo. Hay que romper el círculo vicioso mediante el cual nos segregamos. La realidad es que no somos nada y somos todo. Somos personas que usamos, o intentamos usar, la razón, la lógica y el sentido común. Y no tiene mucho sentido pretender clasificarnos. La propia clasificación nos limita e impide evolucionar. Así no podemos convencer. Porque vencer no es suficiente.

7 comentarios en “Preparando nuevas guerras

  1. Joder, qué razón tienes. Yo me considero Anti – (muchas cosas)En el fondo no hacemos más que eso, clasificaciones, que al final no sirven para nada. Por ejemplo, no creo que sea necesario que yo me declare antifascista para poder manifestarme contra ese tipo de actuaciones. Pero pertenecer a una corriente antifascista en toda regla ya está haciendo 2 claras divisiones. Dos grupos que un futuro están sentenciados a enfrentarse. No sé igual es un desbarre mío 😀 Lo bueno es que la gente reflexione y proponga cosas. Así que gracias y un saludo

  2. Hola AniZ, no creo que desbarres para nada. Llevo ya varias semanas dando vuelta a todo esto de los movimientos anti lo que sea. Sé que son necesarios, hacen falta para que la gente se de cuente de que hay algo más, pero encierran un inmenso peligro de auto complacencia que no me gusta nada. Nos dedicamos a darnos palmadas los unos a los otros pero ¿acaso llegamos realmente a la gente o somos una tribu más demasiado reglada como para que la gente se apunte sin más?
    Mucho camino por delante. Necesitamos mucha autocrítica.

  3. Jose

    Tristemente, el sentido común es un lujo relegado a las épocas de prosperidad, parece que baste la palabra crisis para que la gente se deje dominar por el instinto de supervivencia… haciéndose totalmente vulnerable a cualquier tipo de demagogia. Es penoso ver cómo la historia se repite, no importa cuánto nos la sepamos. Hitler llegó al poder democráticamente.

    Y viendo la forma de actuar de políticos y empresarios, uno se pregunta cuánto tiempo llevan preparándose, sabiendo lo que venía, y planificando cómo salir ilesos (a costa de los de siempre, claro).

    Estoy de acuerdo con lo que dices sobre las clasificaciones… es curioso cómo odiamos que nos etiqueten, pero por otro lado parecemos tener prisa por etiquetarnos nosotros mismos.

    En el momento en que te casas con una ideología, aceptas, sin necesidad de razonamiento previo: un paquete de estereotipos (en los que, inconscientemente buscarás encajar), un grupo de enemigos (a los que no conoces) y un grupo de amigos (a los que tampoco conoces).

    A veces me da la sensación de que nos da miedo la individualidad. Realmente nos sentimos tan indefensos que estamos dispuestos a aceptar de buen grado todo lo anterior?

  4. Supongo que sí, pero de hecho no creo que sea del todo malo, sino una mezcla. Creo que es inevitable y necesario, pero no podemos perder de vista que somos personas y que el mínimo común denominador es la naturaleza humana y esta sabe lo que está mal y lo que está bien. Compartir es bueno, la no violencia es buena, el abuso hacia los demás es malo, las mentiras son malas … pero todo comienza una enorma masa de gris que sólo el pensamiento crítico nos permite discernir y limitar en cada caso. Así pues que hay que ser persona, pensar y no limitarse a la clasificación que hagamos de nosotros mismos. Sirve para describirnos rápidamente, pero tiene que haber algo más, un atisbo de independencia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s