“La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin ella, habría gente buena haciendo el bien y gente mala haciendo el mal. Pero se requiere de la religión para que haya gente buena haciendo el mal.”
– Steven Weinberg, ganador del premio Nobel en Física 1979.
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Por muchos años la religión pasa como algo sagrado sobre lo cual no se puede polemizar. No por más tiempo. La religión no sólo puede ser criticada. Tiene que ser criticada. La religión es una herramienta de los poderosos para controlar, someter e influir a millones de personas que por desidia o necesidad no quieren o no pueden tomar sus propias decisiones.
La religión se alimenta de la ignorancia y la pobreza, pero también encuentra sitio en los eruditos y personas de nivel cultural o económico alto ¿porqué? Porque tiene algo que se llama Fe y a más Fe «mejor», más digno a los ojos de lo que los demás sabemos imaginarios entes de ficción.
El poder inculcar el doble pensar es algo tristemente meritorio y propio de la religión. Cuando unos cuantos miles de personas se reunen para criticar que existan otros modelos de familia, sin pensar en el sufrimiento que causan en las personas que simplemente no se creen semejantes patrañas, nos encontramos ante una situación muy grave. Es gente furiosa porque otras personas viven su vida a su manera sin hacer daño a nadie.
Cosas así sólo pueden ser producto de la religión.
Cuando Hamas bombardea Israel lo hace sabiendo que eso provocará en época de elecciones una masacre terrorista del ejército criminal Isreali animada por la connivencia de décadas de antiguedad de la comunidad internacional.
Miles de personas muertas. Niños muertos. Esa es la realidad y todos creen que actúan haciendo lo correcto. Por un lado los que matan y mueren directamente. Todos creyendo que el dios de turno les da poder de arrebatar vidas, incluso de niños.
Y los poderosos en lujosos despachos moviendo las fichas, manipulando mediante inventos de Fe lo que la gente ha de sentir y pensar.
Seamos críticos. Basta de violencia y del origen de ésta. Y no hablo sólo de religiones teistas. Hay muchas más, como la capitalista, la comunista, la nacionalista…
Pensemos por nosotros mismos y por favor, hagamos nuestro por el sufrimiento de los demás.