La guerra es el crimen y lo que acabará con la humanidad

Si continuamos admitiendo que no hay más realidad que la guerra y matanza entre miembros de la misma especie, no sólo negamos la vida de miles e incluso millones de personas garantizando sufrimiento y agonía sin fin, sino que, de forma efectiva, estamos asegurando que la humanidad perecerá inevitablemente.

La guerra es el crimen. Siempre lo ha sido. Enviar personas a matarse entre ellas por intereses de élites, por fantasías de poder, por espejismos varios es el crimen. Los enemigos de la humanidad siempre han sido iguales y los mismos.

En pleno siglo XXI, y mucho antes, ya sabíamos que la guerra es el mal que habita en el hombre. Es la peste de nuestra mente. Pero la seguimos justificando y alimentando.

Que vayan otros, pero no nosotros, dicen los que desean guerra. El pueblo, cuando piensa con claridad, rara vez quiere tal cosa.

Pero el ser humano se encuentra en una encrucijada. Porque sabemos que, como en el pasado, algo pasará que comprometerá definitivamente la supervivencia de la especie en este planeta. No es cuestión de si ocurrirá, sino cuándo.

Esto lo sabemos con certeza. Y el problema es que tal vez ya sea tarde. Tal vez ya esté en marcha nuestro final. Tal vez ya no lo podamos evitar. Porque para salvar la humanidad, lo que vale la pena de ella, necesitamos avanzar tecnológica y socialmente cuanto antes. Lo necesario para sobrevivir puede tardar decenas o cientos de años en lograrse incluso con la mayor inversión posible de recursos. Hay que empezar antes de que sea tarde. En realidad no podemos saber a ciencia cierta si hemos pasado el punto de inflexión, pero por si acaso debemos asumir que no es así y aún estamos a tiempo. De otra manera ya existimos con tiempo prestado.

Toda la inversión en guerras, en matanzas, en destrucción, nos separa, y aniquila posibilidades de cambio real que asegure, en el futuro, que la humanidad puede sobrevivir y convivir con ella misma.

¿Necesitamos que algo nos una? ¿Qué tal la certeza de que si no empezamos a trabajar todos juntos como la especie única que somos, algo ocurrirá que acabará con nosotros si no acabamos nosotros con nosotros mismos antes? Ignorar esa realidad es algo que sólo los más mezquinos desean.

Sabemos que es así y aún y todo nos preparamos para la guerra. Esa es la única garantía de que la humanidad no va a sobrevivir. La guerra. Las élites que desean la guerra, en el fondo, lo que obtendrán es el fin de todo.

Puede que ya sea tarde, pero puede que no. Cuanto antes nos demos cuenta de la importancia de rechazar toda guerra, antes descubriremos que si queremos paz y sobrevivir como especie, antes nos tenemos que prepararnos para colaborar y trabajar juntos.

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