Una modesta propuesta, cerremos Internet

Internet es una amenaza para todos aquellos que están acostumbrados a hacer las cosas a la vieja usanza. Esto es tan cierto como evidente desde que los políticos prefieren desayunar con entidades de gestión a hacerlo con los ciudadanos en un café normal y corriente. Tras esos desayunos prefieren sacar propuestas de ley impopulares pero ciertamente necesarias, como la actual de erigir a las entidades de derechos de autor como protectoras últimas de la corrección en Internet.

¿Que la SGAE (Sociedad de General de Editores) y cía son las entidades más aborrecidas por la inmensa mayoría de los Internautas? ¿Que la Internet considera a SGAE como uno de los principales enemigos de la red? ¿¡Pero es que no ven los internautas de lo conveniente que es que la SGAE controle no sólo lo que compartimos, sino lo que decimos o pensamos!?

Pero hay que ir mucho más lejos, porque la propuesta se queda corta. No basta con censurar la red y controlarla espiando nuestras comunicaciones. En realidad la solución pasa por cerrar Internet. Aunque sene dramáticos y muchos acabemos en el paro es necesario por un bien mayor.

Es obvio que los internautas no somos lo suficientemente maduros y tanta libertad nos ha envenenado el cerebro transformándonos en pendejos y ladrones. Lo queremos todo gratis, los pisos, los tomates, las chuletas, los coches… y todo porque tenemos la absurda idea de que lo gratis es legal. Obviamente no lo es y la culpa la tiene, para empezar, la Naturaleza porque ¿cómo puede ser que respiremos sin pagar por el aire? ¿Cómo es posible que nuestros abuelos nos hayan contado cuentos sin pagar derechos de autor? ¿El agua gratis? ¡Que se lo pregunten a Coca Cola en muchos países de latinoamérica! No debemos equivocarnos, lo gratis es delito, o al menos debería serlo, y cualquier debería dar con sus huesos en la cárcel si no cobra por todo en todo momento. Su actitud irresponsable y falsamente generosa crea esta perniciosa sensación de «gratuidad». Se debería actuar de oficio contra toda esta gente que crea obras con licencias copyleft y las da gratis a cualquiera ¡Oh inmunda aberración!
Somos una panda de irresponsables cuando damos consejos a nuestros amigos sin cobrar, cuando regalamos cualquier cosa por no exigir que nos paguen algo a cambio. Y todo al final ha llegado a tal caos que la Internet ha aglutinado todos los males del mundo siendo una especie de caja de Pandora, autocopiable que nos contamina con sus heréticas enseñanzas. El resultado no podía ser peor; hay gente que realmente cree que puede haber cosas por las que no es necesario pagar.
La Verdad, amigos internautas, es la de la SGAE y cía. Ellos sí saben el mal que alimenta Internet, la despiadada codicia que nos mueve, que no es sino muestra de la incorregible corrupción de una sociedad acostumbrada a pensar sin pagar.

Pero no hemos de conformarnos con señalar el error, hay que actuar ya contra Internet y lo mejor es cerrarla directamente. A lo grande y sin medias tintas. ¿Porqué cerrarla? Porque de permitir que siga existiendo habrá algún hacker, esos criminales que deberían reposar en la cárcel lejos de computadores, que se le ocurrirá alguna manera de lograr que todos compartamos encriptando las comunicaciones, o usando VPNs, o FTPs o cualquiera de esos sistemas demoníacos que sortean la ley. Esa ley justa y verdadera que las entidades de gestión redactan en borrador para nuestros infatigables, y honestos todos ellos, políticos.

Porque ¿para qué necesitamos Internet? Hace no muchos años no había Internet y no pasaba nada, nadie se moría por no tenerla. Ahora creemos que es necesaria para todo. Pero la verdad es que Internet es peligrosa y debe ser clausurada sin dilación. Imaginad cuantos paseos no realizamos ya que comparamos y compramos artículos usando un navegador web ¡cuánto ejercicio dejamos de hacer al poder ahora realizar gestiones administrativas en las webs de los organismos públicos! ¿Y sobre las noticias? Ahora la información ya no viene en unos pocos periódicos o telediarios controlables por los poderosos, ahora los internautas leemos y escribimos blogs independientes, páginas que contradicen informaciones oficiales ¡cualquiera puede hacerse escuchar! ¿Y las relaciones personales? Es aún peor, pues ahora cualquiera puede conocer a otra persona en cualquier parte del mundo… y eso es terrible pues tenemos la falsa sensación de que esa gente no es tan distinta de nosotros ¡Ya no les odiamos por ser de otra nación, religión o raza! Vergonzoso, realmente vergonzoso y peligroso para la industria bélica con planes de montar varias guerras más para conseguir más dinero a costa de las vidas de miles de miles de personas. ¡La industria bélica también tiene bocas que alimentar y aviones privados que comprar!
Pero lo peor, como vengo diciendo, es lo que está pasando con la cultura. Ahora la gente lee cosas que de otra manera no leería, escucha canciones de otro modo no escucharía, o ve películas que de otra manera no vería. Y hablo de películas, libros y canciones que muchas veces dan que pensar ¡pensar! ¿Y qué va a pensar la gente por si sola sin la correcta tutela de alguien que conozca la Verdad única? Yo os lo diré, ¡cualquier cosa! Y «cualquier cosa» puede romper el orden existente en el que unas empresas lo dominan todo. No se debe permitir nunca que la gente piense por si misma porque la gente dejaría de ser feliz y caería en las grotescas fauces de la libertad.
Los internautas hemos ido muy lejos en nuestra osadía y debemos pagar un precio. Tenemos que cerrar Internet. Tenemos que comprar los CDs, los cassettes, todo lo que nos digan que compremos y así compraremos justo lo que la industria quiere, pensaremos lo que la industria quiera que pensemos y votaremos a quienes ellos decidan que votemos.

Haremos piña con los nuestros, los de nuestra clase y condición, compraremos en la misma tienda sin saber cuánto cuesta el mismo producto en otro país. Volveremos a ser personas de bien, que piensan lo correcto y obedecen.

Seremos así de nuevo felices.

Y si has leído este artículo, por favor pagame 5 euros en mi cuenta de paypal. Esto tampoco puede ser gratis ¿verdad? ¿qué te habías pensado? Yo doy ejemplo.

6 comentarios en “Una modesta propuesta, cerremos Internet

  1. Pingback: meneame.net

  2. Pero como vas a cerrar internet, cobremos por cada ojo, oreja, lengua, nariz o centímetro de piel. Sin olvidar el peso del cerebro. No quitemos la excusa.
    Y no olvidemos el CANON por memoria genética, que memoria es.Para que prohibir si podemos cobrar.

Replica a Riobravo Cancelar la respuesta