Sólo unas breves líneas para dejar por escrito desde ya la preocupación de Ningunterra tras los últimos acontecimientos y el cariz que están tomando éstos de cara al ataque sistemático y coordinado a la Internet a raíz de la ley de la censura, la LISI.
Que vivimos en una democracia corrupta es sabido, pero los niveles a los que estamos llegando están pasando el límite de lo surrealista. Políticos que tiene poca o escasa idea de lo que es y representa Internet están legislando, aconsejados por entidades de gestión y el resto del lobby de la propiedad intelectual restrictora, sobre la red de redes. Esto no puede traer nada bueno, porque el desconocimiento y la utilización a la que se dejan someter los políticos acabarán creando leyes perversas, fascistas que dañarán Internet y la libertad de los ciudadanos que la usamos.

No se trata de meter miedo infundado, pero hay motivos para temer lo que pueda pasar, pues incluso AETIC, que se cree defensora de los intereses de las tecnológicas tiene como único argumento para luchar contra la piratería la instauración de DRMs obligatorios. Sus propuestas han de ser cuestionadas por la comunidad internauta desde ya.

Todos, menos los ciudadanos, temen Internet pues representa el último modelo de la libertad individual y de capacidad de autorregulación.  Las maniobras censoras aniquilan y llevan al internauta a una inevitable situación de proscripción, se validan líderes mentores que nada saben de la red para controlarla. El peligro está ahí. Hemos de temer lo peor y actuar en consecuencia si no queremos perder derechos fundamentales.