Últimamente estoy volviendo un poco a estar activo en Flickr y estoy explorando y analizando los usos que de la plataforma hace la gente. Me encuentro con una gran frecuencia que la gente no permite ver tamaños grandes de las fotos ni mucho menos descargarlas. Es decir, mucha gente acude a la opción de DRM para «proteger» sus imágenes.
Sin embargo el DRM de Flickr es la forma más eficaz de destruir las fotos porque:
a) De hecho no protege las fotos. Basta con ver el código fuente de la zona donde está la foto visible para obtener la dirección donde está la imagen (aunque en el tamaño visible). De esta dirección se puede descargar sin problema y quien lo haga y luego la use se asegurará de no referenciar el autor original. De hecho, aunque flickr cambiara esto, siempre se podría hacer una captura de pantalla de la zona donde está la foto.
b) Tarde o temprano la foto quedará relegada al pasado y desaparecerá. Sin poder hacer copias y ante la inevitable consecuencia del final de la cuenta e incluso del propio servicio de Flickr y ante la imposibilidad de usos lícitos de la obra, ésta será inevitablemente olvidada y dejará por lo tanto de existir.
Los contenidos con DRM están inevitablemente destinados a desaparecer en el olvido. Hacer de un contenido que podría ser ilimitado, algo limitado va justo en contra de su naturaleza digital. Lo que va en contra de su propia naturaleza se autodestruye.
La mejor manera de «proteger» en el sentido de «no dejarse copiar», es simplemente no publicarlo. Pero si publicamos hemos de asumir que el contenido puede y debe ser copiado. Si nos preocupa la autoría, existen herramientas para establecerla y el coste de las copias ilegítimas siempre será menor que el coste de que la obra se pierda o no se llegue a publicar jamás.