Triste es tener que explicar una técnica que han empleando últimamente en un BBVA de San Sebastián, y que ha sufrido un familiar mío este mes de Noviembre de 2013 (por lo visto ha pasado también en una oficina de Kutxabank), pero es mejor contarlo y que la gente de cierta edad esté informada, a que lo tengan que sufrir.
El sistema es bastante sencillo y las víctimas, gente de ya cierta edad pues son más proclives a ponerse nerviosos con estos chismes. La cosa funciona así:

1) Va una persona mayor a sacar dinero en el cajero que está dentro de la sucursal (en este caso la sucursal del la Calle Padre Larroca del BBVA) porque cree que es más seguro que los cajeros exteriores.
2) Una vez ha introducido la clave aparece un individuo vestido de mendigo y esgrime delante de la persona, poniendo sobre la pantalla del cajero automático, un grueso cartel pidiendo limosna.
3) La persona mayor no logra zafarse y se pone nerviosa.
4) El supuesto mendigo le pide que le de «algo de dinero».
5) La gente en la fila se impacienta.
6) La persona mayor decide darle algo para que se marche ante la impotencia de ver que nadie hace nada o le ayuda en lo más mínimo. Rebusca en el bolso o cartera para darle alguna limosna.
7) En ese momento el supuesto mendigo ya ha dado a sacar la cantidad de dinero máxima que de el cajero automático y mientras la víctima rebusca la calderilla, el presunto ladrón coge el fajo de billetes.
8) Le dan -encima- la limosna y sale corriendo del cajero.
9) Cuando la persona va a sacar el dinero que tenía pensado ve que el cajero está «raro», no en la pantalla en la que estaba. Intenta sacar el dinero; el dinero ha volado. De hecho se ha quedado sin nada.
10) Va a pedir ayuda al personal del banco y la persona se siente que le miran como si esta persona a la que le han robado fuera una vulgar estafadora. Ni le ofrecen un vaso de agua, una silla donde sentarse y recuperarse de la ansiedad, ni le intentan calmar u orientar en la denuncia que tendrá que hacer ante la policía. Son bancos. Así de majos son. Luego hacen, eso sí, anuncios muy chulos y esperanzadores y que les llevemos nuestras nóminas porque ellos realmente molan… La verdad ¿podíamos esperar otra cosa?

Así que aviso a navegantes. Informad a vuestras personas mayores que extremen el cuidado al ir a sacar el dinero, y que bloqueen con las manos el teclado del cajero si alguien se les acerca con un cartel pidiendo limosna. Y que griten llamando a seguridad del banco para que se lleven a la persona esa que le está molestando.

A tener en cuenta: Esta gente nunca trabaja sola. Seguramente habría un cómplice fuera o puede que incluso dentro del banco en ese momento; la que recibe el dinero nada más sacarlo el otro del cajero. No puedo asegurarlo, pero es muy probable que la persona inmediatamente detrás de la víctima en la cola sea un cómplice también.

Y los del banco probablemente no va a hacer nada. Casi seguro que te tratarán como basura ante un robo como éste argumentando que no pueden saber si tú has sacado el dinero o no y ahora quieres que el banco se haga responsable y te compense. Bueno, esta forma de pensamiento tal vez sea cuestión de deformación profesional. Así que cuidado con los cajeros interiores de los bancos y pensar que éstos son más seguros. No necesariamente lo son.