Mis Diez Medidas Impopulares para César Molina

Como tengo la sensación de que nuestros políticos, por nosotros votados, van a quedarse cortos con las medidas que la SGAE les ha pedido promover, y sabiendo además que detrás de todas estas amenazas e insultos a la sociedad existen intereses ocultos, como espiar nuestras comunicaciones, controlar el pensamiento y mantener a la gente lo más lejos posible de cosas que impulsa el pensamiento crítico, he tomado la decisión de darles unas cuantas ideas. Diez ideas, que suena más oficial e importante. Seguro que no son las medidas más populares, pero bueno, nunca he buscado la popularidad. Al pueblo que le den ¿no es así? Mientras el pueblo vote ¡vamos a exprimirles tanto como podamos!

  • 1.- Nada de tres avisos, al primero fuera la conexión: Se deberá cortar la conexión de Internet para siempre al primer aviso. Y nada de andar elucubrando o mirando qué archivos comparten. Usuario que usa P2P, no importa cuanto, se le desconecta. Nunca se sabe qué extraño truco usará para intercambiar contenidos. Si saben usar P2P seguro que saben usar Megaupload, o FTP, o rayos ¡HTTP! Creo que cualquier persona que usa Internet debería ser desconectada. Y sí, eso incluye a las empresas, que desde éstas es de donde más se descarga. No se sorprendan, claro está, si las SGAE se queda sin conexión. No se queden en medias tintas y avisos pusilánimes. Determinación y contundencia.
  • 2.- Además de de desconectar a esos malditos ciudadanos piratas habría que entrar en sus casas y requisar cualquier cosa que ya hayan descargado: Es más, habría que ver hasta qué punto el pensamiento crítico se ha infiltrado cual virus en sus mentes. Cualquiera que piense por si mismo y no obedezca a la doctrina oficial debería ser… sí, en efecto, fusilado. Menos bocas que alimentar y así nos aseguramos una sociedad dócil que ve Gran Hermano Rosa y cosas así.
  • 3.- Canon a las conexiones de ADSL y Cable. Esto ya lo han pensado, desde hace mucho, pero esos flojos lo hacen en plan para que la gente siga descargando más o menos «legitimada». Craso error. Nada de permitir descargar. Nada de eso. Si alguien quiere algo que lo pague. Si alguien pretende escuchar una canción más de una vez, tendrá que pagar el importe de la canción tantas veces como quiera escucharla. El canon a la conexión debería de ser al menos el mismo importe de la conexión duplicando así el precio. El canon recaudado irá íntegro a las entidades de gestión de derechos de autor y EDITORES.
  • 4.- Encarcelar a los abuelos: Esos son los principales piratas. Admitamoslo y dejemos de dar rodeos. Esa gente se ha acostumbrado a contar cuentos a sus nietos ¡sin pagar nada a los autores! Ese es el gérmen de todo el mal que le ocurre a la pobrecita industria del entretenimiento. Los niños se acostumbran a que sus abuelos no paguen derechos de autor y nadie les cobre por escuchar los cuentos y así nos va. La culpa es de los abuelos. Esos ladrones deberían dar con sus huesos y últimos años de su vida en una fría, pestilente y húmeda cárcel.
  • 5.- Ametralladoras automáticas autónomas estratégicamente situadas en esquinas de las calles y en los baños. Si han visto Aliens sabrán de lo que estoy hablando (y espero que hayan pagado por ver la película claro o tendría que hacer algo al respecto). Si alguien va por la calle silbando, o escuchando un cutre politono con su móvil en alto, o pasa un coche con el chumbachumba a todo volumen o alguien canta en la ducha ¡ametrallemoslo! Está de moda. Matar está de moda y soluciona los problemas mejor que cualquier otra cosa. Si la gente canta en público o en privado sin pagar ¡otros podrían escuchar! ¡Y los pobres autores pierden dinero! Matemos a esos piratas. A todos sin excepción. Digamos las cosas claras. Olvidemos lo «políticamente incorrecto».
  • 6.- Prohibir el copyleft y ya de paso el software libre: Vamos a ver, la música no puede ser gratis, pero cuando alguien pone su música gratis deja en evidencia a los que quieren cobrar. Cada vez hay más contenidos de calidad copyleft a bajo precio e incluso gratis. Eso es bochornoso para los que tienen todo el derecho del mundo mundial y universal de exigir que se les pague lo que digan que se les tiene que pagar. Esa panda de snobs que ya tienen un trabajo que les mantiene en la opulencia y crean contenidos que ofrecen gratis son como poco sucios greñosos comunistas. Son una molestia, una incómoda evidencia de nuevos modelos de negocio. Prohibamos estas actividades bajo pena de reclusión en campo de concentración.
  • 7.- Prohibir dar consejos gratis: Por culpa de los abuelos del punto 4, la gente se atreve a dar consejos gratis… ¿y qué pasa con los libros de ayuda y autoayuda? Esta despreciable práctica, en uso desde tiempos inmemoriales, debería ser abolida. Nada debería ser gratis. La gente acumula conocimiento sin importar su poder adquisitivo. Está claro, es evidente y obvio, que pensar consejos requiere esfuerzo, tiempo y energía. No es justo darlo gratis cuando otros quieren cobrar por ellos. Por cierto que estos consejos que les estoy dando deberán ser consecuentemente abonados o emprenderé acciones legales. Eso va por usted señor menestro.
  • 8.- Vigilancia permanente de los ciudadanos: Vamos a ver ¿nadie ha leído o visto 1984 y no se ha sentido tentado del poder que da el control a los ciudadanos? Seguro que sí. Pero es que eso lo podríamos hacer ya. Eliminemos sin miramientos la privacidad. No sirve más que para incubar malas acciones contra los autores y los pobres gobernantes. Pongamos una cámara en cada casa, en cada habitación (sí, el baño también), en cada colegio, en cada calle, en cada autobús, en cada escalera, en cada rincón. Y micrófonos. Así la gente estará controlada del todo. Pero si queremos controlar bien de verdad, pongamos una cámara en cada televisión.
  • 9.- Prohibir el dominio público: Fue un error desde el principio sin duda. Permitir que la gente pueda acceder a obras sin restricciones tras varios años de la muerte de los autores no da realmente sensación de propiedad a la propiedad intelectual. Lo creado será para siempre propiedad intelectual de alguien y punto. Menos medias tintas. Ya es hora de que alguien exprese en voz alta lo que la industria Disney lleva deseando desde hace tantos años.
  • 10.- Derecho a pernada: Los directivos de las entidades de gestión tendrán derecho de pernada sobre cada joven doncella que deseen. Esto no tiene mucho que ver con el canon o cosas similares, pero como sabíamos que en el fondo lo deseaban pero no se atrevían a pedirlo, lo incluimos para cerrar el bonito número de 10 medidas impopulares para nuestro querido menestro de la SGAE.

Espero que entre la prohibición del P2P, el canon a las conexiones y otras opciones, los ciudadanos seamos ser consecuentes y sigamos votando a esta clase política que nos merecemos y que con tanta sabiduría mantienen a la cultura lo más lejos posible de nuestras sucias, piratas y ladronas manos.

El precio de estos consejos asciende a 100.000 euros. La factura la recibirá el señor menestro en breve.

Atentamente suyo,

Mario Pena


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