«Nunca he notado el paso del tiempo, estaba demasiado absorbido por el espectáculo que me ofrecían mis contemporáneos, un espectáculo gratuito e infinito por el que no se necesita entrada… y, cuando se presentaba la ocasión, les ofrecía, en recompensa, el consuelo efímero de una imagen».
Robert Doisenau. Fotógrafo.