Miedo al peor, miedo al supuesto voto inútil.
La libertad no se construye con miedo, sino enfrentándose a él. Ejerciendo los derechos, haciendo lo correcto, no lo que otros quieren que hagas por temor a que otra opción pueda ser peor.
Muchos ponen en cuestión la la capacidad de éxito de cualquier iniciativa, pero son los que normalmente carecen de iniciativa y suelen quedarse esperando que por arte de magia las cosas se arreglen. Creo que han pasado ya suficientes años como para estar seguros de que las cosas no se arreglan sin más. Hay que arreglarlas uno mismo.
Estamos en manos de lobbys, de empresas, de gente que aborrece a los ciudadanos y codicia lo que sus carteras contienen. Está en tu mano, no en la de otra persona, hacer lo correcto, lo que tu corazón te demuestra cierto y tu cerebro puede cínicamente descartar: