Cada vez que se pretende o se modificia la Ley de Propiedad Intelectual los creadores y los ciudadanos en general perdemos algo que no podremos recuperar. Así ha ocurrido con la continua extensión de la pretendida y subjetiva extensión de los años de «protección» de las obras sujetas a los derechos de sus autores.
La copia privada ya la podemos dar por difunta y sería más propio calificarla de copia personal y se acabó. Sin copia privada, millones cometeremos ilegalidades todos los días, así que cárcel y nada de compensación por copia privada.
Pero ¿y el derecho a cita? Si es que incluso en alguna modificación hasta se les olvidó ponerla. Al final, gracias a que uno se acordó, se puso, pero limitada y reducida. Ahora ya ni eso, pues las universidades tendrán que pagar algo que es irrenunciable para los editores.
El canon digital se acaba, deja de tener justificación pero tenemos que justificar la predación de algunas entidades de gestión sencillamente incapaces de adaptarse a la realidad digital. Lo hemos dicho mil veces, pero es que hoy con más razón. Cobrarán por cada alumno que vaya a la universidad algo que no tendrían que cobrar, por eso era derecho a cita.
Si para ejerecer un derecho tienes que pagar ¿que clase de derecho es?