La gente que piensa por si misma siempre ha sido peligrosa para los políticos que ansían poder. La gente que piensa por si misma es peligrosa. No se deja dominar, no se le puede engañar con facilidad.
photo credit: Matthew Shelley
Si un país está poblado por ciudadanos y no simples votantes, los políticos están obligados a convencer, esto es, a trabajar y siempre sabiendo que serán supervisados y analizados. Una democracia sana es exigente y los políticos no tienen más opción que hacerlo muy bien siempre. Si esas condiciones no se dan, si hay pocos ciudadanos no estamos en una democracia sana. De hecho la democracia se convierte en una dictadura blanda, al servicio de manipuladores con alternancias más o menos frecuentes.
Pero los políticos actuales sólo buscan votantes. Los votantes se limitan a votar, sin mirar en profundidad si se les está engañando o no. Casi todos los políticos actuales, a los que pagamos, son ignorantes y a menudo incompetentes, como lo son los líderes de los emporios de protegen.
Para que la gente siga votando es importante, vital diría yo, que la gente sea ignorante o que sólo acceda a la parte del conocimiento que les interesa. Así un primer paso necesario para cualquier político es lograr, mediante las escusas de siempre, que los ciudadanos no accedan libremente al conocimiento.
Dar libertad de acceso sería un error para un déspota o un incompetente, así que centran sus recursos en evitar esto y para eso usan muchas técnicas largamente conocidas como la propaganda, topos, mentiras orquestadas, etc.
Es fácil reconocer las formas que tienen de engañar a la población. Siempre adoctrinan sobre su visión de lo correcto, no dejando a los ciudadanos opción de ser realmente libres, de incluso tal vez hasta equivocarse. No voy a poner ejemplos, pero espero que la gente que me lee, poca pero de calidad, reflexione. Hay demasiados ejemplos de gente adoctrinando, incluso allí donde menos esperamos encontrar a un enemigo.
Seamos ciudadanos. Y para eso tenemos que pensar por nosotros mismos. Ver de todo, leer de todo, escuchar de todo, equivocarnos una y mil veces y aprender de todo ello. No dejéis que nadie os imponga el camino recto dando a elegir entre la luz y la noche. El aprendizaje, el convertirse en ciudadano es un camino gris y difícil con altibajos y cada uno tiene que recorrer su propia senda.
100% de acuerdo contigo. Hay que empezar a recuperar la ciudadanía y la democracia.
Es el único camino que tenemos. Y no va a ser fácil, pero ¿acaso los retos nos echan para atrás? La ciudadanía se gana superando retos. No te la dan. Se coge.