Falacias para justificar la criminalización de los ciudadanos

El debate entorno a las descargas e intercambio de archivos se usan multitud de falacias basadas en medias verdades y retórica. Son fácilmente detectables si se emplea el pensamiento científico pero lamentablemente tal forma de analizar las cosas es cada vez más escasa.

Para los creadores es esencial dejar de vivir en el espejismo que nos han vendido algunos intermediarios para empezar a reclamar nuevos modelos de negocio viables y sostenibles en la era digital si es que pretenden vivir de su creación.

Vamos a apuntar tres conceptos importantes:

1) El sistema empleado por el sector de la industria del entretenimiento (en general discográficas; esos que venden contenidos en soportes) no es científico. Sus informes son conclusiones de datos que no facilitan. Lo que muestran son conclusiones, no los propios estudios para que soporten el escrutinio científico. En general el sistema se basa en decir que tantas descargas equivalen a tantas ventas no hechas. No es cierto que se compraría lo equivalente a las descargas si éstas no existieran. Los artistas deberían tener eso muy claro antes de asumir el discurso impuesto por las discográficas a menudo bajo presión y cláusulas en sus contratos.

2) Aunque esas pérdidas existieran no significaría que fuera malo, sino un síntoma del agotamiento de un modelo analógico insostenible en los albores de la transición digital. Los negocios nacen, crecen y finalmente mueren. Excepto algunos modelos de negocio que nos acompañan desde el principio de los tiempos, a lo largo de los siglos han surgido industrias que, muy fuertes en su día, dejan de tener sentido debido al avance tecnológico, social, e industrial. De hecho la revolución industrial lo mostró de la forma más cruda. Miles de empresas desparecieron, millones de personas dejaron de poder trabajar en lo que habían hecho toda su vida. En contraposición surgieron nuevos modelos de negocio que generaron mayor riqueza y bienestar social… pero ojo, si se pretende mantener el modelo de negocio antiguo a base de leyes y decretos es poco probable que se evolucione. Debido a las rígidas estructuras que mantienen algunas industrias del entretenimiento, éstas simplemente prefieren no cambiar y presionar mediante lobbys. Esto produce un evidente choque con las sociedad, sus usos y costumbres y la necesaria evolución. Como efecto colateral quedan dañadas las más fundamentales de las libertades y desterrado el método científico de todo debate.

3) Medir hay que medir todo, pero sobre todo la riqueza que supone para la sociedad la desaparición de un modelo de negocio obsoleto. Que se pierdan puestos de trabajo no significa que no vayan a surgir otros, o que los autores y artistas en general no vayan a poder obtener otros e incluso tal vez mejores rendimientos por otras vías (como por ejemplo gracias a la economía de escala). Pero es que para la sociedad la liberación de los contenidos puede suponer un cambio radical a la hora de interpretar el mundo. Es posible que la riqueza que se genere de la liberación de los contenidos supere con creces las supuestas, nunca confirmadas, pérdidas de parte de la industria. Lo que no ganan unos, lo ganan otros. Lo que se libera crea nuevos negocios, abre nuevos caminos y oportunidades. Aprovechar el potencial de la realidad digital, que es al mismo tiempo la naturaleza de la creación inmaterial, es la clave para generar mucha más riqueza de la que se ha llegado a generar durante los últimos 300 años.

Texto por Mario Pena. Consultar licencia y derechos aquí: Safe Creative #1004135984654

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s