Todos los que leéis este blog, ambos, sabéis que ACTA es hoy en día el principal ataque a las libertades ciudadanas a nivel global. No en vano los lobbys de ciertas industrias de intermediación del entretenimiento, principalmente discográficas que poco a ningún hueco puede ocupar con su actual formato en los modelos de negocio del futuro, gastan cientos de millones en comprar a los baratos políticos mercenarios para aprobar informes como el Gallo Report, made (up) by el «Sarkozy Team».
ACTA, aunque sea por sus formas evidentemente antidemocráticas, ya debe ser rechazado y punto. No admite discusión por el simple hecho de no haberse discutido en parlamentos. Si no abres la información, no esperes que ciegamente nos pueda parecer bien. El propio sistema nos parece mal porque somos demócratas, por desgracia envueltos en democracias corruptas.
Pero hablando de las consecuencias de ACTA podemos ver lo que puede pasar de implantarse pues representantes de MPAA (la de las películas) preguntan si ACTA podría servir para bloquear, igual que podría hacer con PirateBay, a WikiLeaks.
Y sí, podría hacerlo ¿por qué no? No tiene que ver con el copyright, en absoluto, sino con la libertad de prensa, opinión en información así que ¿qué tiene que ver WikiLeaks con las películas? Lo diré… ¡nada! Pero es un argumento muy jugoso para los gobiernos democráticos fallidos. Es fantástico. Se frotarán las manos como comentan en TechDirt. Es un argumento que convencerá a muchos de esos politicastros que por algún motivo seguimos eligiendo. ¡Ah, que en ACTA no están necesariamente nuestros representantes! Da igual. ACTA, de llevarse a cabo, y todo apunta a que así será, será el fin de Internet como tal y no lo olvidéis: Internet no es algo ajeno, virtual, prescindible; es la expresión digital, aumentada para bien y para mal de lo que ha sido nuestra vida en un entorno analógico. Si acaban con Internet acaban con nuestra libertad y lo peor, con las esperanzas de miles de millones de personas.
Eso sí, que no piensen ni por un segundo que vamos a dejarles ganar sin presentar la más dura de las batallas. Que se preparen.