El problema del copyright es que su modelo de negocio tiene que cambiar.

El problema de «todos los derechos reservados» del copyright es que es una ilusión que duró 300 años.

La realidad es que la industria del entretenimiento en general no hace más que ganar cada año más mientras que algunas partes, algunos intermediarios, como discográficas, pierden.

Sí, pero muchos ganan y ganan mucho.

Globalmente el monopolio de copia sobre las obras creativas, en las que se basa la ilusión del copyright es desafiado por el comienzo de la era digital y personificado por Internet, eso que permite la extensión digital de nuestros anelos analógicos.

Y ciertamente sentiré tristeza empática por los videoclubs que cerrarán ante la proliferación de la televisión por cable, o algunos otros intermediarios de la misma manera que muchos sentirían tristeza en su día cuando los vendedores de grasa de ballena para lámparas perdieron sus puestos de trabajo con el surgir de la iluminación por gas, o los fabricantes de hielo perdieron peso ante la irrupción de los frigoríficos.

Claro que está todo acentuado por la copia digital, pero ¿porqué seguimos viendo en eso el peligro y la ventaja? ¿Porqué no se crean modelos de negocio que aprovechen precisamente la copia y el intercambio para dar mayor valor a los creadores? ¡Ah, claro! Que eso haría que algunos intermediarios tuvieran que ganar menos y que los artistas, acabaran ganando más.

«Cosas veredes, amigo Sancho» (de Cervantes, por fortuna en el dominio público aunque muchos desearían que no fuera así).