Una de las falacias más populares es poner en boca del adversario palabras o conceptos que no ha dicho. Uno de los ejemplos más claros es el meme que repite parte de la industria del entretenimiento (la obsoleta principalmente) del «todo gratis».

Otra forma de manipular es concretar a que «todo» nos referimos así que vamos a plantear algunas cuestiones:

¿Cuando hablamos de «todo gratis» nos referimos a todo el proceso de creación, producción, distribución y disfrute por parte de los usuarios de contenidos digitales? ¿No será que alguien está llamado al «todo gratis» a únicamente su previo papel en todo el sistema?

Dejemos las cosas claras, yo personalmente y creo que muchos más no hemos defendido el todo gratis nunca. Es más, hemos defendido que se creen modelos sostenibles, pero no olvidemos que si lo que se pretende es cobrar por las copias de contenidos digitales y su distribución entre pares, pues no estamos ante algo sostenible.

El «todo gratis» que tanto cacarea como argumento falaz gran parte de la industria en todo caso no pude incluir la posibilidad de pagar por servicios de calidad que ofrezcan de forma cómoda y eficaz contenidos digitales de calidad. Hablamos de servicios que no se pueden copiar fácilmente que tienen un valor añadido, no de pagar por copias que se hacen en nuestros ordenadores ni distribuciones que se hacen gracias a las conexiones de Internet que pagamos. La gente está más que dispuesta en general a pagar por servicios de valor añadido, sólo que los que intentan hacer creer a la opinión pública que lo único que se defiende es el «todo gratis», no se molestan en buscar esos modelos y prefieren mentir y poner en nuestra boca algo que simplemente no es cierto.