La frustración del que no hace nada

Existe mucha gente que afirma que nuestras pequeñas acciones no sirven para nada. Que el 15M no ha logrado «nada», que firmar una petición en Avaaz, Change u otras no sirve de «nada». Que el activismo de sillón no sirve para nada, que quejarse en Twitter no logra realmente nada, que compartir estas ideas en Facebook no hacen sino alimentar a la bestia.

Creo que mucha de esta gente que tanto se jacta de la inutilidad de nuestros actos más simbólicos y pequeños están frustrados por no haber creído ellos mismos en la fuerza débil pero imparable de estos pequeños actos que con la persistencia del aire o agua que circula va cambiando, lentamente eso sí, el mundo entero hacia algo distinto y tal vez mejor.

Que uno mismo vaya cambiando progresivamente es un logro enorme pues es sólido y persistente. La iluminación repentina es rara y no pocas veces peligrosa. Los ojos se van acostumbrando poco a poco a la oscuridad y a la luz extrema y sólo así, normalmente, podemos empezar a ver y estar seguros de lo que vemos.

Cuando es seguro que nada cambia es cuando no hacemos nada. Podemos pretender ser ignorantes de la realidad del sufrimiento que nos rodea y que muchas veces causamos, pero eso no hace que los que sufren y nos rodean sean ignorantes de nosotros.

https://ningunterra.com/2013/02/19/la-frustracion-del-que-no-hace-nada/

 

 

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