Asesinando Internet

Internet es tal vez la tecnología más importante de los últimos siglos. Gracias a Internet la gente puede tener voz y capacidad de decisión como antes sólo se podía soñar. Gracias a Internet podemos reclamar lo que es nuestro y de lo que hemos sido privados durante siglos: La parte de dominio público que tiene todo aquello que se crea.

Internet realmente está cambiando las cosas y como no podía ser de otra manera, molesta a los aferrados al poder sin control.

Dos grupos de presión y la más vil de las clases políticas en Europa se lanzan por turnos y de forma conjunta a asesinar Internet.

Sarkozy valedor de la industria represiva
Sarkozy valedor de la industria represiva

La parte más visible del lobby es la industria del entretenimiento rancia, que en su desesperada maniobra de mantener vigentes modelos de negocio analógicos en un entorno digital ante su incapacidad de crear nuevos modelos de negocio acordes al a realidad científica presiona para conseguir el asesinato digital de los ciudadanos. Lo llamo asesinato digital porque es lo que es. No me gustan los eufemismos. Desconectar a alguien de Internet por ¿descargas ilegales? es sin duda el equivalente digital al asesinato físico de la persona. Además es una política absurda y suicida que supondrá sin duda el final anticipado de dicha industria. Los ciudadanos no deberíamos aceptar tales insultos a la inteligencia.

Otro lobby es el de las compañias de telecomunicación a las que pagamos nuestras conexiones de banda ancha. Quieren sencillamenta acabar con la neutralidad de la Red para impulsar en competencia desleal sus productos en detrimento de otros posiblemente mejores. Dicen que sus redes de telecomunicación son sus autopistas y hacen lo que quieren. Otra mentira que no deberíamos consentir. Este lobby está aliado con el primero para simplemente ofrecer los contenidos de la primera con sus servicios ocultando toda la realidad digital que hay detrás y que demuestra que otro modo de crear y compartir no sólo es posible, sino que es necesario. Como son incapaces de hacer algo mínimamente bueno u original necesitan hacer trampas que no evidencien su infiníta incompetencia pues harían todavía más el ridículo.

Por último la más vil de las clases políticas que se cree al servicio de los intereses de poder de siempre han visto en la supuesta defensa del copyright la escusa que ni la mismísima lucha contra el terrorismo había logrado. Quieren espiar nuestras comunicaciones. Saber sin control judicial qué, cuándo y cómo nos comunicamos. Quieren acabar con la socialización sobre los contenidos y las opiniones críticas. No les interesa tener ciudadanos accediendo a los contenidos, influyendo sobre los votantes, pensando, siendo críticos, evidenciando la realidad sobre los contenidos digitales y lo innecesario de tantas instituciones políticas. Si Internet es libre ellos pierden su trabajo y su razón de ser. ¡Podría ocurrir que hasta se les exigiese que trabajasen por aquellos que les votan! Por eso se dejan comprar por los lobbys (salvo excepciones que confirman la regla) y así destruir Internet sin dar la cara sobre sus auténticas intenciones.

Todo esto está saliendo adelante en Europa. Una de las batallas más importantes de la guerra por la libertad ha sido perdida. La hemos perdido todos pero sobre todo las consecuencias de permitir el fascismo en Internet la pagarán nuestros descendientes.

Pero la guerra no ha acabado; en realidad apenas ha comenzado, así que hay mucho que tenemos que hacer. Tenemos que usar los servicios de contenidos alternativos, tenemos que crear nuestros propios contenidos libres y tenemos que castigar electoralmente a todos los partidos políticos responsables no sólo de lo que está pasando, sino de lo que ha pasado y no han evitado. No olvidemos que no hacen sino robar del dominio público lo que es nuestro ampliando la «protección» de los derechos de autor. No olvidemos ya de paso que son los mismos que han dado nuestro dinero a los ladrones banqueros que han provocado con su codicia una crisis que ha dejado a millones en el paro y de verdad, no esos que tristemente pierden sus puestos porque ya con frigoríficos no hacen falta fábricas de hielo.

Dejemos de pensar que los políticos van a cambiar. No lo harán hasta que el pueblo les envíe en claro mensaje cada cuatro años; que lo que hacen lo hacen contra los ciudadanos y como tales debemos castigarles una y otra vez hasta que se les quite cualquier tentación de venderse a los más reaccionarios y ridículos de los lobbys. Si no castigamos a los políticos, si no cambiamos nosotros mismos, la culpa es simplemente nuestra.

Hoy más que nunca debemos recordar el cinco de Noviembre.

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Un comentario en “Asesinando Internet

  1. Jose

    Hay que hacer cosas inteligentes y a la vez sencillas.
    Sin pensarlo mucho se me ocurre, algún pin, chapa de esas con un imperdible o camiseta bien hecha, bien diseñada, usándola al ir al cine.
    No puede ser NO SOY PIRATA solamnete, por que le falta aclarar que usamos internet para compartir ideas, ficheros, etc.
    Que al entrar en un cine o librería, quedara roto «su argumento» de que los que usamos Internet no compramos libros, ni vamos al cine.
    Humildemente no se me ocurre ahora nada genial, pero parte del mensaje es la forma y el cuando, por lo tanto que esté hecho con calidad y buen gusto y utilizarlo al ir al cine, etc.

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