Publicado el 9 de Diciembre de 2004
Tanto es así que en la última campaña, el ministerio de justicia o de interior, o el que sea, equipara el robo de un bolso con la descarga a través de internet de una película. Esto además de ser mentira, es un plagio de otro anuncio de los EEUU.
El otro día se me ocurrió ir al cine y a punto estuve de gritar indignado cuando insultaron mi inteligencia, lo cual siendo ésta bastante escasa, suele ser bastante difícil de hacer… Vi el anuncio hecho con nuestros fondos públicos de que piratear es lo mismo mismito que quitarle el bolso a una chica o robar la radio de un coche…. Silencio. Me quedé sencillamente pasmado. Alucinado.
Pero resulta que hoy se me ha ocurrido alquilar un DVD para verlo y entre los extras hete aquí que me encuentro con la versión yankee del anuncio. Bien sabemos que los norteamericanos tienen cosas como la ley Patriot ACT (que vulnera todas las presunciones de inocencia y cualquier derecho humano que le plazca) y que nosotros, en un arrebato de ira mal medida, decidimos plagiar sin demostrar creatividad siquiera semejante anuncio, bueno para una gran cantidad de norteamericanos que todavía piensan que los terroristas del 11-S salieron de Irak, país que ha otorgado legitimidad democrática a George Walker Bush, pero no para gente que tiene un mínimo de cultura y criterio, como los Españoles (o al menos eso quiero pensar).
No quiero decir que bajar una película de internet sea legal o ilegal, moral o inmoral, consecuente con los tiempos digitales que vivimos o inconsecuente con el ansia recaudatoria de algunos que no se apean del burro y prefieren criminalizar a meter el rabo entre las piernas y dedicarse a trabajar para pagar la hipoteca como hacemos todos los demás. Lo que quiero decir es que bajarse una película de internet no es igual que robar un bolso. Es simple lógica. Una persona tiene un bolso, voy yo, se lo quito y yo tengo un bolso pero la persona que tenía el bolso ya no lo tiene. He mermado su propiedad. En internet alguien tiene una película, Zutano la descarga y entonces tanto el que tenía la película como el que la descarga tienen la misma película. Antes había una película y ahora hay dos y son idénticas y ¡nadie pierde! Y lo que es más, seguramente ambos dos irán a verla al cine o comprarán el DVD si la película es buena y vale la pena con lo que el autor se beneficia. Y si no existiese esta posibilidad, ninguno de los dos correría el riesgo de ir a ver “Los Albóndigas Reloaded II”.
Así que no es igual, no señor, lo lamento mucho pero para futuros anuncios se tendrán que esforzar más, o dejar de copiar en clase a los EEUU… claro que eso equivaldría a tener que dejar de insultar nuestras inteligencias y a darse cuenta de lo absurdo de sus posturas que defienden a una elite económica en lugar de al pueblo que somos los que compramos los DVDs originales, vamos al cine al increíble precio de 6 euros (para ver auténtica ausencia de creatividad) y asistimos a los conciertos de unos grupos que en muchos casos no saben hacer otra cosa que versiones de auténticas joyas de la música, y aún así nos tratan de criminales y para más inri pagamos canones hasta por el papel de las fotocopiadoras (y si no al tiempo, que a los discos duros les queda poco ya).
Así pues, dediquen nuestros impuestos a que la policía detenga a los terroristas que se burlan de toda la sociedad una y otra vez, que eviten que se agreda a las mujeres, que atajen el tráfico de drogas, las carreras ilegales de coches, y dejen de financiar campañas engañosas y falaces destinadas a burlarse de aquellos que pagamos los impuestos, y que por no ser, no son ni originales (y lo que si son es terriblemente lamentables y me causan sincera vergüenza).
