Hace poco puse una adaptación del discurso de Charles Chaplin en el gran dictador que realizó Joan Planas. Ahora he querido poner el discurso original que creo es esencial recordar con frecuencia, pues a menudo lo olvidamos y nos arrojamos a la complacencia de pensar que los ejércitos y las guerras son otra cosa distinta de asesinatos masivos.
Creo que este discurso dice mucho de cómo nos sentimos muchos a la puertas de una nueva guerra que se avecina y que matará a millones, tal vez cientos de millones antes de que pasen más de dos décadas. Nuestra conciencia ha de despertar.
Este es el video doblado al español
Se puede consultar más información sobre la película aquí, os aconsejo comprarla.
Aquí está el video en inglés
A continuación transcripción del texto encontrado en REDcientífica:
Discurso de El Gran Dictador
Charles Chaplin
Yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
Lo siento.
Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de homres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados.
No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.
Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.
Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.
Soldados.
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: «El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres…» Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados.
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.
Aquí dejo la totalidad de la última escena. Es más largo, pero creo que vale la pena verlo por lo especial del final:
Nunca olvidemos el pasado porque ahora más que nunca puede volver a repetirse.
Pingback: Ningunaterra : TecnoCulto
es el mayor alegato por la paz
aver yo creo eslas palabras de este hombre son muy buenas esta chvre este discurso se parece al de camtinflas solo que esta con diferente tono jajjajjn de charlis me gusta su vigote es ta muy lindo se parece a mi papa jajajjaj
Son las palabras más sabias que se han escuchado, palabras que si se pusieran en práctica cambiarian las nociones que se tiene frente a las nuevas formas de política e ideologías (capitalismo salvaje) que gobierna hoy por hoy nuestro sociedad. recomiendo Tiempos modernos de este gran hombre
Qué vigencia! sobre todo ahora. Debería ser tema a tratar de todas las personas en el planeta en escuelas, fábricas, universidades y en todo centro donde hayan grupos de personas.
Al leer el discurso de Charles Chaplin ha sido revivir el pasado de la dictadura cubana por mas de cinco décadas. Ojalá que hubiera un productor de cine que plasme la ridícula imagen de Fidel Castro como este gran actor y productor lo hizo con los dictadores del pasado.Hombres como él no se repiten facilmente en la historia.