Elijan ustedes señores… que a pesar de todo no hay revolución. No se preocupen, la sangre no llegará al río. Si acaso la de algunos desesperados currantes que no vean salida a una situación desesperada. Resumo la crisis con mi experta opinión de economista. ¿Se rién? Háganlo, pero es que visto que los expertos que siguen hablando son los mismos que no la vieron venir o la provocaron como que me da igual. Soy experto en economía. Qué remedio si tengo que sacar adelante a mi familia con únicamente mi nómina… y pago impuestos a lo bestia.
Una serie de expertos economistas, banqueros ricos y empresarios codiciosos provocan la más importante crísis de los últimos siglos con su incompetencia, su malversación, su robo descarado y la más repugnante de las especulaciones financieras. En líneas generales podríamos llamar a los principales responsables «banqueros» aunque quede bien claro que hablo de los banqueros ricos, los poderosos, los que cortan el bacalao, no los banqueros de a pie que son los que dan la cara y los primeros en sufrir las acciones de sus hermanastros mayores.
Los ricos banqueros y sus aliados se saben que han provocado un gran desfalco. Ahora paralizan los créditos para que alguien, no ellos, claro, cubran el agujero y de paso les den algo más. Eso sí, ellos siguen con sus chalets, sus jets, sus sueldos millonarios. Pero son un atajo de incompetentes o demasiado competentes (para robarnos a todos).
Todo se para. Hay crisis y la solución es pagar a esta banda de desgraciados con los impuestos de todos… hasta agotar todo el fondo. Entre los especuladores hay que incluir a muchos promotores inmobiliarios y gente que ha caído den la trampa de los codiciosos.
Entre gritos de pánico tenemos crisis hasta en la sopa (las marcas no son ajenas a este descalabro) y nos preparan para lo peor. Los que vayan a la calle serán los currelas, los humildes trabajadores. Los banqueros no, sus contratos están blindados, los empresarios corruptos no, sus contratos están blindados y están recibiendo nuestro dinero. Necesitan mantener el trabajo para contar el dinero que les damos de nuestros impuestos.
¿Pensaban que la cosa acabaría ahí?
Nada más lejos.
Despidos, cierres de negocios y empresas. Muchos. Gente con miedo a coger vacaciones o a protestar por las interminables horas extras que no se pagan por miedo a ser despedidos… y aún y todo son despedidos.
Millones a la calle, pero ahí no veremos a los banqueros o a los expertos economistas. Ni a los políticos corruptos, ni a nadie que se les parezca. Sólo una triste masa de padres y madres, hermanos y hermanas, hijos e hijas. Lo ladrones ya están con nuestro dinero y no lo repartirán hasta que no se aseguren su nuevo sistema de especulación con el cual volvernos a robar en el futuro.
Pero no pasa nada. Todavía hay algo más ¿qué se pensaban?
Ahora hay un agujero en las arcas públicas ¿o es arcadas públicas? Nuestra seguridad social, nuestra jubilación está en riesgo y ¿qué hacemos pues?
Sí, lo que habían pensado, subir los impuestos pero ¿a los ricos banqueros? Noooo, por favor. Ellos son intocables, ellos hacen las leyes, desayunan con los menestros y menestras (hay que ser políticamente correcto). Que paguen los currelas, los de siempre. Total siguen tragando sin protestar, sin ver la farsa, la mentira y el robo del que son objeto…
Nos roban y pagamos al ladrón. Como hemos gastado mucho para pagar al ladrón nos suben los impuestos a los que hemos pagado al ladrón y en proporción mucho más que a los más dinero o medios tienen. Y no, los ladrones no pagan. Se limitan a contar nuestro dinero y pensar de qué manera podrán sacarnos más dinero más adelante.
Pero no hay revolución. Seguiremos votando repúblicano o demócrata, PP o PSOE. Seguiremos viendo la tele con la mandíbula colgando, ciegos, sordos y mudos. Todo al mismo tiempo. Estamos demasiado cómodos o tenemos demasiado miedo. O ambas cosas.
Tal vez tengamos exactamente aquello que nos merecemos.
¿No creen que es como para reirse? Porque yo creo que no.