A veces basta con mirar al pasado para saber qué pasará en el futuro.
No me considero, aunque algunos lo piensen, una persona que esté totalmente en contra de las leyes de autor. En cambio creo que éstas deben modificarse para ser más realistas, más adecuadas desde el punto de vista científico.
En un próximo artículo comentaremos con algo más de profundidad el concepto de «todos los derechos reservados», pero hoy quiero hablar de cómo funciona la máquinaria del extremismo en el copyright.
Dos noticias que acabo de leer me causan un gran deja vú. Por un lado sobre la famosa carta de MPAA que pide a los gobernantes que apoyen el tratado secreto de ACTA para acabar con toda evidencia de que otra forma de negocio en torno al copyright es posible y la más inquietante y reveladora, el CEO de Fox pide al gobierno de EEUU que adopte medidas como las que se toman en Francia para dejar sin expresión digital a los ciudadanos que no pasan por el aro de un modelo de negocio obsoleto, las políticas de «Three Strikes» o la aberración del asesinato digital legalizado.
Es práctica conocida que los lobbys del copyright maximalista tienen dos técnicas básicas para lograr sus objetivos:
1.- La primera es a traves de firmas de acuerdos de comercio en los que imponen a los países firmantes que formalicen modificaciones legislativas entorno al copyright para extender y aumentar los términos de protección según la idea de que en realidad la propiedad intelectual no deba llamarse monopolio sino propiedad, asumiendo que si estás en contra del término propiedad eres poco menos que comunista (en un sentido áltamente peyorativo). Cuando esos países por presión y por complacer extienden sus leyes de copyright más incluso de lo que es vigente en EEUU, los lobbys miran de nuevo hacia casa y dicen «¿Ven? Este país en desarrollo tiene más y mejores leyes de copyright, ¿acaso vamos a ser nosotros menos?». Esto fuerza que al constatar precedentes y tendencias de países «protegiendo» más y mejor la «propiedad», parezca que EEUU es casi hasta comunista. Eso ha de ser cambiado y por lo tanto se cambia la ley de propiedad intelectual llevando por ejemplo los términos de tiempo protección de copyright hacia el infinito.
2.- La segunda se basa en pide la luna, que te darán una montaña. En el fondo el objetivo realista del lobby era pedir una montaña, pero saben que si piden una montaña apenas les darán un guijarro. Así es por ejemplo como se eliminó el derecho a cita del la ley española que «inexplicablemente» desapareció del primer borrador hasta que alguien tuvo la suerte de darse cuenta de la enigmática ausencia. Se parcheó apenas y hoy los ciudadanos no podemos citar salvo tristes y reducidas excepciones. También fue la forma en la que ciertas entidades de gestión redujeron el concepto de copia privada a su mínima expresión o lograron que se legitimara que fueran recaudadoras de impuestos privados en forma de «canon digital», un peligroso precedente y uno de los ejemplos de corrupción democrática en España. Así en los textos que lanzan piden mucho más de lo que saben van a obtener confiados en que al serles concedido menos de lo pedido la gente piense «menos mal, porque si les llegan a dar todo…» y así dan un pequeño paso y se preparan para un nuevo asalto. Los lobbys además suelen decir «¿ven como no era para tanto?» Paso a paso, poco a poco, cual rana en un caldero a fuego lento, vamos quedando adormilados por el calor hasta acabar hervidos sin haber hecho amago de escapar de esa nefasta situación.
Entiendo que un ejemplo de técnica uno se ha puesto en marcha en EEUU con los «three strikes» de Sarkozy en Francia. «Miren miren» diría el lobbysta de turno «miren como en Francia se toman la propiedad intelectual muuucho más en serio que nosotros. Queremos lo mismo o pareceremos miserables izquierdistas». ¿Cual creen que será el resultado? Simple, la legitimación del asesinato digital de ciudadanos por no compartir la visión analógica de un modelo de negocio decadente.
ACTA me da la impresión de que por ahora se asemeja mucho más a la técnica dos. Piden mucho más de lo que la lógica o la razón pueden siquiera llegar a aceptar, para tal vez lograr algo menos, aunque si en el camino logran todo, pues bienvenido será para ellos; la industria del entretenimiento se queda con Internet como objeto de saldo para su uso y disfrute y sin tener necesidad alguna de evolucionar o competir en un mercado libre. No sé qué ocurrirá, pero podría ser que no lograran todo, pero sí algo. Lo suficiente como para que la gente diga «menos mal» y perdamos así un poco más de nuestras libertades ¿no pasó eso con el Patriot Act? Si los llevan a Guantánamo por algo será. ¿No pasó lo mismo con Abu Graib? ¿Con las torturas? ¿Con las leyes contra la protesta pacífica en Gran Bretaña?
Contemplando lo que ha pasado, recordando como poco a poco los poderosos nos quitan las libertades que tanto dolor ha costado lograr, podemos ver como una repeticion lo que va a suceder. Pasarán muchos años, o siglos el volver a recuperar lo perdido, si es que alguna vez logramos recuperarlo de nuevo.
(Texto por Mario Pena en Devolución al Dominio Público)
Creo que deberías usar la palabra integrismo, más acorde con lo que quieres expresar.
El fundamentalismo es un proceso de racionalización que busca los fundamentos irrenunciables de una creencia religiosa, una búsqueda de los principios básicos que forman su núcleo, el integrismo es aceptar una ideología o dogma íntegramente en todos sus aspectos positivos o negativos, sin aceptar ninguna desviación y rechazando estas de manera violenta.
Hola Arkano, gracias por la puntualización. En principio lo dejo así por no andar cambiando enlaces, pero gracias por la información.
Era a título informativo, no para que cambiaras el título XD.
Es normal no entender la diferencia, ya que en los medios de comunicación se suelen utilizar ambos términos indistintamente confundiendolos, los periodistas son así.
Podemos considerar fundamentalimo del copyrigt a la defensa alternativas como Safe Creative o CC, si propone como fundamento o principio básico promover la cultura y rechaza otros aspectos.
Integrismo en cambio, supondría defender cada uno de los dogmas íntegros, sin desviarse y hasta las últimas consecuencias, que es lo que actualmente hace la industria.