Negar la verdad y ser además juez y parte es la táctica de la Coalición de Intermediarios de la Industria del Entretenimiento o mejor dicho de la Industria del Entretenimiento con un Modelo de Negocio Obsoleto basado en la escasez de unos recursos que en la era digital son super-abundantes.
De ahí viene su obsesión por evitarse el molesto paso de permitir a los jueces que hagan su trabajo en temas de propiedad intelectual a pesar de las continuas reformas forzadamente impuestas por los lobbys de dicho modelo obsoleto. Recordemos que en este asunto la «propiedad» es un monopolio concedido por el estado a los creadores y que tiene límites.
Cuando fueron a por los ciudadanos por compartir pasó que al no existir ánimo de lucro perdieron los casos.
Cuando fueron a por las páginas de enlaces, aunque podría existir lucro, al no alojar contenidos, perdieron los casos.
Al ir a por los creadores de los programas que sirven para intercambiar todo tipo de ficheros esperemos por el bien de el avance tecnológico y de la sociedad que pierdan los casos.
Ahora quieren pues ser ellos quienes cierren unas webs que por muchas sentencias ha quedado demostrado que no vulneran la propiedad intelectual pues no existe delito ni complicidad para un delito, pues recordemos que los ciudadanos intercambiando ficheros no es delito.
Además de semejante aberración abren la puerta a que dicha ley permita el cierre de páginas web por contener enlaces que ellos entiendan pueden vulnerar su visión de la propiedad intelectual.
Esta gente tiene auténtico pánico a que se sepa que como intermediarios de un modelo analógico ya no son necesarios, pero esto no deja de ser su problema. No es un problema de la sociedad o la realidad digital.
Ojalá los pocos artistas que todavía se creen la mentira en la que no son sino peones se liberen cuanto antes del encorsetamiento de un mundo que ya pasó y adopten las nuevas tendencias entorno al negocio entorno a los contenidos.