Llevaba tiempo queriendo escribir sobre las asociaciones locales que luchan por la justicia en sus diversas facetas. Creo que los que nos movemos en Internet teorizamos mucho y en realidad hacemos poco. Buscando una razón realmente importante como para seguir defendiendo la Red de redes me encuentro con la asociación Kaeb Nai, un pequeño grupo local que lucha por la integración de los inmigrantes. Sí, hablo de un grupo enteramente analógico, con poca o ninguna representación en la web.
¿Qué une a este grupo con lo que algunos intentamos hacer en la Red?
En el fondo estos grupos son lo más importante que existe; los que dan un sentido analógico a una lucha virtual. En un mundo en el que los políticos, los poderes, las religiones, buscan separar a la gente mostrando las diferencias, grupos como estos señalan que es mucho más importante aquello que nos une.
Igual que Internet borra las fronteras y logra que personas de distintos países, etnias, religiones, posiciones políticas se encuentren y se den cuenta de que en el fondo no somos tan distintos, los grupos locales que actúan a pie de calle son los que realmente rompen definitivamente las barreras, trabajando el día a día, enfrentándose a la cruda realidad que hay cuando nos alejamos de los teclados.
Yo participo donando a varias organizaciones humanitarias, creo que hago algo por Internet luchando, escribiendo, proponiendo, informando y ayudando a crear una de las herramientas más importantes para favorecer el intercambio de cultura; pero lo cierto es que los que realmente hacen algo, se han levantado de sus asientos y tomando un compromiso de tiempo y calidad humana, se lanzan a las procelosas aguas de la lucha contra los prejuicios y los fanatismos de todo tipo en búsqueda del último valor que todos debemos defender, la Justicia. Y no me refiero a la pequeña y débil justicia corrupta de leyes más o menos afortunadas, me refiero a la Justicia con mayúscula, aquella que cuando se produce da calor al corazón.
Pero no podemos negar que entre los miles y miles de distracciones de todo tipo, pequeñas aunque entregadas asociaciones como Kaeb Nai, pueden pasar desapercibidas, incluso pueden no llegar a existir o pueden sucumbir. Son vulnerables no al desinterés de instituciones, sino de la propia gente, los ciudadanos y de aquellos que podrían ser sus beneficiarios.
«Encontrar qué derechos, responsabilidades y valores comunes estamos dispuestos a compartir y defender como ciudadanos en la vida pública, es lo que nos une» Kaeb Nai
Las ONG, las organizaciones que luchan por la igualdad, la integración, los valores universales corren el peligro de caer en el olvido y el silencio. Internet debe hablar y dar visibilidad y reconocimiento siempre que se pueda a estos pequeños pero grandes grupos que son la auténtica vanguardia de aquellos que creemos que un mundo mejor no sólo es posible, sino imprescindible para salvar a la humandad de su destrucción. Internet no debe por lo tanto dejar de ser Internet, libre y neutral, porque se debe a todas esas personas que luchan a diario, por causas justas, dando su tiempo y haciendo que aquellos que perdemos cada día un poco de esperanza en el ser humano, sintamos un leve atisbo de luz al final del tunel que nos impulsa a seguir avanzando.