Estudios sobre la justificación a las descargas «ilegales»

La prensa «tradicional» incluso Reuters debe de tener mucho miedo a Internet si siguen llamando ilegal a algo que raramente es ilegal en según que legislación, de hecho ni siquiera ilícito. Tal vez su visión anglosajona de la restricción de los derechos de otros no les den para más, pero más probablemente empleen la vieja técnica de propaganda de repetir muchas veces una mentira para que se convierta en verdad.

Pero ya no estamos en 1984 y la descarga de música y otros contenidos digitales desde Internet es en la mayor parte de los casos legal y legítima como consecuencia de la excepción al derecho de los autores a impedir la copia de sus obras cuando se hace sin perjuicio de terceros, sin ánimo lucrativo y para uso privado. La mayor parte de los contenidos se bajan en esas condiciones, algo favorecido por los programas de intercambio entre particulares como los populares P2P (eMule, Bittorrent), etc.

Sin embargo en las campañas de FUD (Fear Uncertainty and Doubt) parece que vale todo y es necesario colar el termino «ilegal» en el mismo contexto de «escusas para bajar» etc. Lo cierto es que mucha de la gente no sabe que es perfectamente legal bajar música, hasta que no se pruebe lo contrario, sino que además es positivo para la cultura y es consecuencia natural del desarrollo paulatino de los modelos de negocios basados en lo digital.

La pregunta que podríamos hacerlos ¿porqué lo llaman «ilegal» cuando lo que quieren decir es «ir contra nuestra obsesión por mantener un modelo de negocio obsoleto»?

No hay nada como decir las cosas claras, pese a que no guste a muchos.

De hecho casi hace gracia que mencionen en el mismo artículo el supuesto temor de descargarse un virus en lugar de canciones, cuando se sospecha con bastante fundamento que muchos de los virus que suplantan canciones, han sido puestos en los programas de intercambio precisamente por grandes distribuidoras en una huida desesperada hacia delante con el objetivo de crear aversión hacia esos programas. La cosa se ve que les sale mal.

Lo cierto es que las descargas ilegales deberían ser las descargas de pornografía infantil y cosas por el estilo, no la descarga de contenidos de entretenimiento digital. Si no son capaces de cambiar su modelo de negocio, no debería ser nuestro problema.

Pueden seguir mintiendo, pero la verdad será siempre destacada por la creciente marea de internautas cansados de ser manipulados por los de siempre.

Fuente de la noticia original Reuters.

También ha salido una noticia sobre el tema en Meneame.

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