Bueno, no creo que todos, pero sí la gran mayoría. Los políticos pagan favores y llegan a donde están mediante manipulaciones, promesas y mentiras.
Lo realmente importante es que son un fraude para la sociedad y en concreto para los ciudadanos que estamos moralmente obligados a hacerles saber que no deben seguir representandonos. Es el momento de reflexionar y pensar si queremos seguir teniendo un mundo así, servil con los lobbys de presión, ajeno a las auténticas posibilidades de la era digital e ignorante de los auténticos sufrimientos del mundo.
Es momento, lo es desde hace décadas ya, de darnos cuenta que como ciudadanos podemos, debemos y tenemos que luchar contra la aparentemente imparable marea de mentira y corrupción de una clase política sólo preocupada en medrar bajo las alas de su propia incompetencia.
Tenemos la palabra y nuestros votos, tenemos la posibilidad de mandar un mensaje alto y claro antes de que sea demasiado tarde y acaben con este medio de comunicación, Internet, que es el único que por ahora puede dar a conocer la verdad de las cosas.
—