Cuando hablan de economía los expertos y los que manda, como un tal Trichet, no puedo dejar de pensar en el concepto «comulgar con ruedas de molino». Esa sensación permanente y molesta me acompaña cuando escucho hablar a estos supuestos expertos. Y digo supuestos porque todavía no he visto que sus medidas hayan servido para mejorar nada. Sólo veo que las cosas en economía empeoran porque…
… ¿cómo puede ser que pese a las continuas subidas o mantenimientos de los tipos de interés para contener la inflación, la inflación siga subiendo una y otra vez?…
… ¿cómo pueden decir que lo de la inflación es porque sube el petroleo, y cuando baja el petroleo la inflación sigue subiendo?…
… ¿porqué los alimentos se encarecen un tropecientos mil por cierto en el camino del agricultor al cliente final y los expertos no vean que tal vez haya que hacer algo con los especuladores?
Sinceramente que pienso que los expertos en economía quieren proteger a alguien ¿quién querría proteger a los especuladores y porqué?
Que cada uno responda sus propia preguntas y que alguien me lo explique a mí.
Esto es un negocio, no es nada personal… así funciona occidente.
En realidad es muy sencillo, lo explican en la tercera parte de Zegeist.
La base de la crisis es la siguiente. El banco grande, no le da dinero al banco pequeño, para que te lo de a ti o tu empresa. Así los currantes no pueden comprarse una casa y las empresas invertir en empleo.
Cuando se termina? Pues cuando el banco grande le de dinero al banco pequeño para que te lo de a ti.
Y eso cuando será, pues cuando el gobierno se baje los pantalones y decida aprobar alguna medida que le ha salido mal a los bancos grandes.
Ellos no han perdido nada porque son los que fabrican el dinero. Pero quieren más. Y en este caso en concreto que les ha salido mal para que la crisis sea a nivel mundial? Pues la guerra de Irak.
Y que pasa cuando el gobierno está débil, pues que salen los parasitos más grandes, cuando los pequeños se convierten en imprescindibles aprietan más porque nadie les puede replicar.
Y como la competencia solo es una ilusión que planean los hombres de negocios en opulentas cenas de fraternidad, a todos no toca tragar.
Solo es una filosofía de vida, quiero más y no me importa quien, como, ni porqué. 😦