La industria del entretenimiento que pretende mantener contra toda evidencia y sentido común un modelo de negocio obsoleto no sólo acabará dañando a los ciudadanos en su persecución obsesiva por criminalizar los actos de éstos, sino que en el proceso se dañará a si misma y principalmente a los autores que usa como escusa para existir.
Recordando una cita de la Biblia del Rey Jaime que acabo de volver escuchar en la Película «Inherit de Wind» en la que se cuenta el Juicio del Mono en el que fue defensor Clarence Darrow en la vida real, se aplica perfectamente lo que políticos y lobbys del entretenimiento acabarán recibiendo:
He that troubleth his own house shall inherit the wind:
and the fool shall be servant to the wise of heart
que se traduce como:
Aquel que cree disturbios en su casa heredará el viento:
y el tonto se convertirá en el sirviente del sabio de corazón
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