La Disposición Final 1º de la Ley de Economía Sostenible del Gobierno de España no es más que un paso más de los muchos que van a dar para que ACTA sea una realidad en no más de un par de años destruyendo de facto la propia naturaleza de Internet y arrastrando de paso las libertades más fundamentales de miles de millones de personas.
Recordemos el continuo abuso de las industrias integristas y extremistas del copyright. Recordemos el absurdo al que nos someten en su tiranía.
El espejismo de la propiedad Intelectual ha logrado que muchos artistas abracen medidas totalitarias como las que propugna ACTA o DF1 de LES. Medidas que ya se toman o van a tomar en China, Francia, Italia, Polonia, Australia, las dos Coreas y un temible, triste, creciente y patético etcétera. Cualquier medida tomada en cualquier país contra sus ciudadanos nos afecta a todos y cada uno de los demás.
Internet es un espacio digital que se basa en enlazar y compartir. Pertenece a la humanidad, no a un sector privilegiado al estilo feudal de un entorno analógico en sinergia con unos poderes que no quieren que los ciudadanos podamos pensar por nosotros mismos.
ACTA y DF1 de LES son las herramientas de la esclavitud intelectual a la que nos quieren someter. En última instancia son las herramientas para acabar con cualquier posible disidencia, para plegar y someter nuestra voluntad y capacidad de respuesta contra el que abusa.
Fuera los piratas de Internet, fuera ACTA, fuera DF1 de LES, fuera HADOPI2, fuera todos los que apoyan esas execrables iniciativas. Que nos devuelvan lo que es nuestro. Si no van a jugar con las reglas de lo digital, que desaparezcan.